15.11.13

¿qué es una enciclopedia y para que sirve ?

 

¿Qué es y para que sirve una

Enciclopedia?

 

 


 


Las enciclopedias tradicionales vienen en tomos de uno o más volúmenes. Sirven para 


buscar información y para leer o consultar sobre un tema en concreto y casi siempre de 


forma alfabética o temática.



 




Una de las primeras obras enciclopédicas que han sobrevivido a los tiempos modernos es 


la Naturalis Historia de Plinio el Viejo, escritor romano del siglo I d.C. Él compiló una 


obra de 37 capítulos que abarcan la historia natural del arte y la arquitectura, la 


medicina,  la geografía, la geología y todos los aspectos del mundo que le rodea








 

Grandes ejemplos los tenemos en libros como La Gran Enciclopedia de Los Seres

 

Magicos de Joel Levy, Enciclopedia de las Criaturas Mágicas de Julia Bruce, han sido 

 

toda una inspiración.

 

 

 

Mención especial al Codex seraphinianus de Luigi Serafini, una rara edición.  

Fuente:vivalasopa.blogspot.com.es

 

 


El libro fue editado en 1981, gracias a un curioso personaje: Franco María Ricci, erudito y 

 

aristócrata italiano, considerado uno de los mejores editores del mundo de obras de arte y 

 

bibliofilia.





 

Entre 1976 y 1978, el arquitecto italiano Luigi Serafini creo el famoso “Codex 

 

Seraphiniaunus”, un extraño y perturbador libro ilustrado de más de 400 páginas, con 

 

apariencia de libro medieval de carácter científico, pero que, realmente, se trata todo de 

 

una invención maravillosa y onírica acerca de un mundo fictición.


 

 



Con claras influencias del surrealismo de Dalí o de la fantasía simbólica de El Bosco

 

Serafini crea una especie de enciclopedia en la que trata un sinfín de temas, que van 

 

desde la botánica y la zoología hasta los deportes y el folklore de ese mundo 

 

imaginado.

 

Y todo escrito en ese extraño idioma inventado, que durante años ha sido objeto de 

 

estudio de algunos criptógrafos y lingüistas, sin que nadie, hasta ahora, haya podido 

 

encontrar algún tipo de código.

 


"Hay gente que no me cree, gente que dice que he sido raptado por unos marcianos y otros que se arrancarían el pelo por encontrar una secuencia matemática en esa lengua”, dice Serafini con serenidad. “Pero no hay nada de todo eso. Yo soy firmemente laico y, sin embargo, creo en el arte. Si nos detenemos a mirar una pintura de Velázquez, vemos decenas de enigmas, misterios incluso indescifrables. Lo mismo ocurre con esa escritura que, de repente, me inventé. Se trata de una visión, de un lenguaje soñado. El misterio, para mí, consiste sencillamente en el acto artístico.
El búlgaro Iván A. Derzhanski, catedrático de la Universidad de Plovdiv, asegura, por ejemplo, haber encontrado la clave para interpretar el sistema numérico que marca las páginas del Codex, que se desarrollaría a partir de la cifra 21.



Y es que en realidad", recuerda Serafini, "el sistema numérico es lo único que sí se podría interpretar. Lo desarrollé conscientemente en función de no sé qué variable. Para mí tenía un sentido, pero después me olvidé de todo".


 


 

La obra de ese escribano contemporáneo fue puesta a la venta por 160.000 liras, que 

 

entonces correspondían en Italia a la mitad del salario de un funcionario, y en pocos meses 

 

desapareció de las librerías. Los compradores de ese tratado fantástico eran tanto 

 

estadounidenses como europeos, asiáticos o latinoamericanos. Porque el libro carecía de 

 

texto escrito en un lenguaje convencional, y por esta razón cualquiera 

 

podía comprenderlo....

 


Decenas de expertos en lingüística han intentado, sin éxito, descifrar ese lenguaje. 

 

Algunos estudiosos lo vinculan al relato Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, esa intricada 

 

representación del cosmos escrita por Borges en 1941, y lo comparan incluso con el 

 

llamado manuscrito Voynich, un misterioso libro ilustrado escrito hace unos 500 años por 

 

un autor anónimo en un alfabeto irreconocible.

 

  manuscrito Voynich



Algunos han creído ver en esa lengua serafiniana incluso un mensaje alienígena, y han 


convertido el Codex en una especie de biblia de la criptografía. En Internet hay decenas de 


páginas web y blogs de apasionados que intentan descubrir el significado oculto del 


Codex, como si nos encontráramos en un cuento fantástico. Pero la realidad es más 


sencilla y, a pesar de todo, resulta más misteriosa que la ciencia-ficción.





El cineasta estadounidense Tim Burton posee varias copias, así como el músico Danny 



Elfman. Acerca de él han escrito el semiólogo Roland Barthes y Federico Fellini. 



Centenares de bibliófilos y coleccionistas hoy llegan a pagar 19.000 dólares en ebay por 



algunas impresiones limitadas (como la de la editorial estadounidense Abbeville) o por la 



primera edición de Franco Maria Ricci, quien hace dos años se retiró para construir un 



enorme y majestuoso laberinto en la campiña de Parma.









Serafini jamás quiso explicar nada sobre esta curiosísima obra. Aunque en su testamento 



dice que será explicado cuando fallezca….


 



 

 

 

 

 




 








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